El Museo de Mallorca, situado en la casa palacio de los condes de Amayans (Ca la Gran Cristiana) ofrece un rincón más de cultura en la ciudad, con exposiciones tanto permanentes como temporales.
Con arte tanto dentro como fuera, el edificio fue construido en el siglo XVI a través de la unió de diversas viviendas antiguas, con una altura de 3 pisos, portal principal con arco de medio punto, planta noble con balcones barrocos y desván de ventanas góticas. También es destacable su patio central, donde se han hallado restos de la que se considera la primera casa musulmana de la isla.
Este museo permite conocer la historia de Mallorca a través de un túnel del tiempo que empieza en los sótanos, donde se reconstruye una cueva de entierro, con un talaiot a tamaño natural y un taller de cerámica. También de la prehistoria destacan una serie de urnas de mármol talladas que proceden del santuario de Son Oms. En otras salas encontramos la evolución de armas, adornos y símbolos espirituales también de los primeros pobladores. Estas conviven con la protohistoria, que ofrece una colección de materiales que fueron encontrados en el yacimiento del Turó de Ses Beies, de gran tráfico comercial en el siglo III a.C. No falta tampoco referencia a la época de colonización de la isla. Por ejemplo se encuentra una nave greco-púnica, una réplica de un sepulcro árabe, las estancias de una domus, o una vivienda unifamiliar romana con su atrium, así como una colección de cerámica y joyas andalusí, por ejemplo.
El museo alberga también pintura gótica, como el retablo de Sant Bernat, la imagen más antigua del santo. Igualmente se encuentran representaciones del Renacimiento y Barroco, pudiendo contemplar cerámica de corte italiano y los primeros retratos que se pintaron en este lugar. Finalmente, en el mismo edificio encontramos mobiliario modernista junto con obras de pintores mallorquines que reflejan el último siglo de la isla.