Si algo tienen en común las playas de Palma de Mallorca es el gran encanto de sus aguas cristalinas y sus vastos kilómetros de arena fina.
Con una panorámica así, lo mejor que se puede hacer es dejarse llevar por el murmullo del mar, envolverse por el sol y relajarse al máximo.
Cala Mayor
Aunque todas las playas merecen la pena, hay dos que no se pueden pasar por alto; la primera es la playa de Cala Mayor, muy recomendable durante cualquier época del año gracias a su ubicación privilegiada que la protege de los fuertes vientos del norte que permitirán nadar y disfrutar a lo largo de sus 250 metros de largo. El Palacio de Marivent enmarca esta bella postal, perteneciente a la familia real española y testigo de sus vacaciones así como de los turistas que acuden a verlo durante todo el año. Además, una gran variedad de restaurantes y chiringuitos ofrecen lo mejor de la zona para que nada falte durante este descanso.
Ciudad Jardín
Foto: acrugnola (Cala Mayor)